Sé que hay muchos de vosotros para los que este tipo de cocinas, con muchos de los utensilios a la vista, además de numerosos objetos decorativos, no es muy popular. A mí me encantan, aunque reconozco que, si se trata de cocinas con mucha actividad, pueden llegar a ser bastante incómodas. Hemos pasado de las cocinas que parecían laboratorios, de hace unos años, tan sumamente asépticas que cualquier cosa que estuviera a la vista horrorizaba a sus adeptos, a otras donde hay tanto "cacharro" que, en ocasiones, se hace difícil encontrar algo.

Esta que hoy os presento es la cocina-comedor de la estilista londinense Louisa Grey. Está situada en el sótano de su vivienda londinense. Quería que tuviera tanta luz como fuera posible en un sótano, por lo que aplicó algunos "trucos" para que la hubiera, como la elección del color blanco en el mobiliario, en el suelo y en la mayor parte de las paredes, la utilización de la tapa de cristal sobre la mesa del comedor para que refleje la luz, etc. Y después lo llenó todo de sus objetos preferidos, vintage muchos de ellos, que aportan calidez al espacio.

A mí me encanta este tipo de cocinas porque tiene vida y, sobre todo, mucha personalidad, algo para mí ineludible en cualquier proyecto decorativo, ya que lo aleja de la estandarización. ¿Y vosotros qué opináis?

Procedencia de las imágenes: Remodelista


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